viernes, 10 de mayo de 2013

Me pregunto.

Me han estado comiendo las ansias desde el momento en que supe me escribirías. Me carcome poco a poco la duda del tema que tocarás, si piensas iniciar la conversación con un "Hola" tan simple como las despedidas; sí cuando preguntes "¿Cómo estás?" tenga yo el valor de decir realmente como estoy. Me pregunto cómo puede volver a emprender una conversación agónica de toda la vida, una historia que no ha tenido más que puntos y aparte. O sí yo tenga el valor de dedicarte aquellos poemas de Bécquer y Sabines que cuando los leo, me saben a ti. Me pregunto si hablarás de tu historia de amor fallida,  si yo hablaré de mis ilusiones que nunca llegue completar. Intento imaginar que tono tendremos ¿Nostálgico? ¿Superfluo?. Me pregunto si los "te extraño" que hemos callado por fin nos atrevamos a decirlos, si volveremos a tragarnos nuestras palabras, quisiera saber si ahora seremos honestos, sí las palabras no se apilarán todos los días como era nuestra costumbre y digamos tanto y que al final, nunca decíamos nada.
Me pregunto el inicio, pero más, me cuestiona el final. ¿A dónde llegarán las palabras?

Puede ser que me ganen las ansias, que no seas tú quién escriba las primeras líneas, quizá un día de éstos recibas un:

"Amor, todos los días.

Aquí a mi lado, junto a mí, me haces falta."


Viernes 10 de mayo del 2013

jueves, 2 de mayo de 2013

No me pidas.

No me pidas que te dé mi mundo, porque para mí, el mundo, son tus ojos.