Me preocupa la ciudad,
esa cercana mole de piedras aglutinadas con más piedras,
forradas de cristal y cantera.
Ese bullicio de voces apagadas,
de vaivén de paso ajenos,
zigzag de recorridos propios.
Me preocupa el gusano que recorre sus entrañas,
y de forma violenta transporta las masas,
del diario venir.
Me preocupa tu recuerdo,
lejano y suave,
como si apenas rozara en mí.
Me preocupa la ciudad,
a veces viajo a ella,
no es la misma ,
no tiene el mismo sabor,
las calles son apagadas y lúgubres.
Me preocupa que en la ciudad,
con cientos de miles de millones de habitantes.
Ya no estás tú.
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